¿Eres un apasionado de la música y no te alcanzan las pelas para apañarte un buen instrumento bien gordote? ¡Sigue el ejemplo de este luthier oriental, asalta la nevera de tu madre, cercena esas verduras que tanto odias y conviértelas en música no gaseosa! ¡Disfruta de su agradable sonido, muy cercano al sonido marrón!
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