miércoles, 13 de mayo de 2009

Problemas cotidianos


A menudo, en nuestra vida cotidiana, nos encontramos con problemas que no sabemos como abordar. Pero a partir de ahora los estudiaremos, de una forma sencilla, y usando nuestos conocimientos en física, para darles la mejor solución. Uno de estos problemas es la temida llegada de visitas inesperadas, las cuales pueden tomar la forma, por ejemplo, de algún pariente lejano o la típica pareja de testigos de Jehová que llaman justo a la hora de la siesta. La solución a esto es bien simple: ataque de ganado francés.

Como se puede intuir, para llevar a cabo el ataque de ganado francés necesitaremos un animal. Yo en este caso haré el estudio con una vaca, la cual podeis encontrar tanto en el campo como en ferreterías especializadas, pero se pueden extrapolar los resultados a cualquier animal (si es gordo y no tiene alas, mejor).

El procedimiento es bien sencillo. Una vez que tenemos la vaca, la arrojamos sobre las visitas mientras esperan tranquilamente en la puerta, de esta manera la sorpresa será total y de paso nos echaremos unas risas. El inconveniente se nos presenta a la hora de arrojar la vaca, ya que, a parte de pesar unos 500kg de media, no se dejará tirar con facilidad, a menos que sea una vaca loca. Veamos un diagrama del problema:


Como podemos observar, se trata de una cuestión de aplicación de la fuerza correcta para arrastrarla hasta la peligrosa y, con toda seguridad, mortal caída. Realizando las operaciones adecuadas podemos hallar la fuerza que necesitamos, la cual tendrá la siguiente forma: F=umg

Donde u es el coeficiente de rozamiento del suelo, suponiendo además, que tan hermoso animal se dirige hacia la ventana con paso decidido y velocidad constante. Para facilitar aún más este proceso podemos disminuir el coeficiente de rozamiento. Esto lo podemos hacer vertiendo algún producto resbaladizo por el suelo como aceite, jabón o curry de limón. De esta manera nuestro plan está casi acabado, al igual que el problema de las visitas... ah bueno, y la vida de la vaca.


Hay que indicar que cuanto mayor sea la altura de lanzamiento, mayor será el efecto destructivo. Con una sencilla aplicación del principio de conservación de la energía mecánica, para una altura de 5 metros, la vaca adquiere unos 25kJ, más que suficientes para que lleguen trozos de esta maldita vaca a tus vecinos más odiados... ah, y de paso acabar con esas visitas que nos desagradaban. Recordemos que según la segunda ley de Newton: F=ma. Y como la aceleración es la de la gravedad, que tomaremos como g=10 m/s^2 (aprox), la vaca impactará con una fuerza de 5000N sobre las inocentes víctimas. Cuando te cae una manzana de un árbol, te golpea con una fuerza de 1N aproximadamente, así que podéis haceros una idea de la sorpresa que se van a llevar las visitas. De esta forma hemos puesto solución al problema, casi asegurándonos de que esa visita en concreto no volverá a molestarnos.

Nota: Ninguna vaca sufrió durante los experimentos llevados a cabo para elaborar este artículo, ya que todas morían al instante nada más tocar el suelo. Bueno, hubo una que no murió al instante, pero se le pegó un tiro para que no sufriera, aunque se necesitó más de un tiro... Murió al sexto disparo, después de matar dos pollos y una cerda... y a mi tío Wenceslao. No, no, el no murió de un disparo. Tan solo estaba en el lugar equivocado en el momento de lanzar las vacas. Un hombre bastante desgraciado, la verdad. Con tan mala suerte que instantes antes su hijo había muerto de uno de los disparos, concretamente después de la cerda, y no me refiero a su madre la cual hizo por error el papel de vaca en una de las caídas, sino al animal.

Ah y por si alguien se lo pregunta, no he considerado la vaca esférica, sino puntual... ejem.


1 comentario:

  1. La verdad es que era de esperar que este tipo de artículos salieran a la luz.
    Es lo que tiene la legalización de las drogas blandas y los colchones porosos.

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